sábado, 21 de febrero de 2015

Un cuento. Quiero saber cómo orar...

Un cuento hasídico. Anthony de Mello
Un pobre campesino que regresaba del mercado a altas horas de la noche descubrió de pronto que no llevaba consigo su libro de oraciones. Se hallaba en medio del bosque y se le había salido una rueda de su carreta, y el pobre hombre estaba muy afligido pensando que aquel día no iba a poder recitar sus oraciones.
Entonces se le ocurrió orar del siguiente modo: “He cometido una verdadera estupidez, Señor: he salido de casa esta mañana sin mi libro de oraciones, y tengo tan poca memoria que no soy capaz de recitar sin él una sola oración. De manera que voy a hacer una cosa: voy a recitar cinco veces el alfabeto muy despacio, y tú, que conoces todas las oraciones, puedes juntar las letras y formar esas oraciones que yo soy incapaz de recordar”.
Y el Señor dijo a sus ángeles: “De todas la oraciones que he escuchado hoy, ésta ha sido, sin duda alguna, la mejor, porque ha brotado de un corazón sencillo y sincero”.


Martín, que tiene cuatro años y no sabe todavía escribir, pintó estas letras y al preguntarle por su significado nos dijo: "Hay que escuchar al Señor".
  
          En uno de los manuscritos de Qumran, el 7Q5, se lee el siguiente texto del evangelio de        Marcos 14,33-35: y habiendo hecho la travesía llegaron a Genesaret y atracaron.
Son letras que forman palabras y palabras que hacen oraciones...

miércoles, 11 de febrero de 2015

QUIÉNES SOMOS

Como fruto de los cursillos de novios que se vienen celebrando desde hace más de 25 años en la parroquia Santa María de la Esperanza en Madrid, han surgido grupos que se reúnen para compartir la oración.


Hace trece años empezamos  un grupo de matrimonios jóvenes con el que nos reuníamos una vez al mes. En este grupo se vio la conveniencia de poner en marcha un blog donde pudiéramos ir expresando nuestras experiencias a la luz de la Palabra de Dios.

Ahora, después de varios meses y animados por el grupo de monitores del cursillo de novios que tiene lugar tres veces al año, lo ponemos en marcha.

Pretende ser un blog abierto a todo aquel que quiera participar y comunicar sus vivencias, sus experiencias, los escritos que puedan ayudar a los demás, etc.

BIENVENI2


Este es un blog para compartir nuestras experiencias, nuestras reflexiones, nuestras ideas para ayudar en el crecimiento de nuestra fe. Quisiéramos que cada uno aporte lo que crea que también les puede servir en su crecimiento a los demás. Queremos ver nuestras vidas con optimismo, compartir las noticias positivas y dejar las negativas a un lado. Nos parece que el dicho “las penas compartidas se dividen y las alegrías compartidas se multiplican” pudiera ser un buen inicio para este blog que comienza con mucha ilusión y con el deseo de aportar elementos constructivos a nuestra quehacer diario.

LA CUERDA DE TRES HILOS

Este es el título que le hemos dado a nuestro blog:

En el libro del Eclesiastés capítulo 4, se lee:
7 Me fijé entonces en otro absurdo en esta vida:
8 vi a un hombre solitario, sin hijos ni hermanos, y que nunca dejaba de afanarse; ¡jamás le parecían demasiadas sus riquezas! «¿Para quién trabajo tanto, y me abstengo de las cosas buenas?», se preguntó. ¡También esto es absurdo, y una penosa tarea!
9 Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo.
10 Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante!
11 Si dos se acuestan juntos, entrarán en calor; uno solo ¿cómo va a calentarse?
12 Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente! 


Ahora cada vez más, estamos acostumbrados a hacer las cosas en equipo. Uno solo puede hacer menos cosas que con otros. Muchas veces queremos solucionar todo nosotros solitos, por nuestra cuenta y nos agotamos muchas veces inútilmente. Por eso, hacemos las cosas juntos.

Esta es una parábola que se puede aplicar a nuestro matrimonio. Queremos solucionar los problemas por nuestra cuenta y necesitamos hacer partícipe de los mismos a nuestro cónyuge.

Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Nosotros hacemos las labores diarias en compañía repartiendo los papeles. Es más fácil y más gratificante para ambos.

Si caen, el uno levanta al otro. Estamos cansados, con mucho estrés, no podemos aguantar más y en ese momento nuestro cónyuge nos levanta con una frase de ánimo, una caricia, un beso, un abrazo.

Si dos se acuestan juntos entrarán en calor. ¡Cuánta necesidad tenemos de ayudarnos!. Las penas compartidas se dividen.

Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. La unión hace la fuerza. Por parejas podemos conseguir mejor nuestros objetivos. ¡Qué difícil es llevar las cargas uno solo! Queremos ser Robinson Crusoe y a nuestro alrededor vemos muchos que han sucumbido por querer ser ellos los únicos salvadores.

La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente. Muchas veces hemos comentado que si estamos unidos, si vamos juntos, si estamos dispuestos a conseguir pequeñas metas los dos a la vez, seguro que venceremos. Y a ¿a qué se refiere el tercer hilo? Si nosotros somos capaces de meter en nuestro matrimonio al Señor, nuestra empresa no puede fracasar y os podemos garantizar que va a salir bien,si contamos en nuestra vida con el Señor, todo va a ser más fácil y veremos las cosas a través de los ojos de Dios.