domingo, 28 de mayo de 2017

Estaré con vosotros

El relato de las huellas en la arena circula por internet y no sé quién es su autor. Lo comparto por su delicadeza y actualidad;

Las huellas

Una noche soñé que caminaba por la playa con Dios. Durante la caminata, muchas escenas de mi vida se iban proyectando en la pantalla del cielo.
Con cada escena que pasaba notaba que unas huellas de pies se formaban en la arena: unas eran las mías y las otras eran de Dios.
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A veces aparecían dos pares de huellas y a veces un solo par. Esto me preocupó mucho porque pude notar que, durante las escenas que reflejaban las etapas más tristes de mi vida, cuando me sentía apenado, angustiado y derrotado, solamente había un par de huellas en la arena. Entonces, le dije a Dios:
“Señor, Tú me prometiste que si te seguía siempre caminarías a mi lado. Sin embargo, he notado que en los momentos más difíciles de mi vida, había sólo un par de huellas en la arena. ¿Por qué, cuándo más te necesité, no caminaste a mi lado?.
Entonces Él me respondió:

“Querido hijo. Yo te amo infinitamente y jamás te abandonaría en los momentos difíciles. Cuando viste en la arena sólo un par de pisadas es porque yo te cargaba en mis brazos…”.


Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo
                                                                              Mateo 28,20

viernes, 19 de mayo de 2017

Dadles vosotros de comer

De Mt 14,13-21

 La multiplicación de los panes y los peces.

Conozco este texto desde que era niño, y a lo largo de los años he ido encontrando más niveles de significado en él. Se podría decir que, conforme yo he madurado, el texto lo ha hecho conmigo.

De niño me fascinaba que Jesús pudiera haber creado los panes de la nada, como por arte de magia... ¡qué poder de Dios tenía Jesús! !Con razón la multitud le aclamaría como Mesías y le querían hacer rey!

Algo más tarde, a la luz de la razón, alguien me hizo sospechar que quizás este texto iba sobre compartir. Probablemente, Jesús, con sus palabras a la multitud y su gesto de poner un cesto casi vacío en medio de ellos, compartiendo lo poco que pudo conseguir, hizo que cada uno reflexionara y compartiera "su bocata" con los de al lado. Y, como de la nada, más panes y más peces llegaron a los cestos... !Hasta sobraba!
!Cuánto enseña este texto sobre los milagros, y sobre lo mucho que el hombre tiene que ver en ellos, y Jesús en medio de los hombres!

Pero estos días he descubierto un nivel más profundo de enseñanza... Es increíble como este texto aún da para más, para mucho más...

Llevaba estos días reflexionando sobre este texto, en medio de una época difícil para mi, que me tiene agobiado, y algo sombrío... No sonrío tanto como acostumbraba, y mi familia lo ha notado, por supuesto. Mi mujer lleva todo este tiempo intentando acompañarme emocionalmente, estar a mi lado, mostrarme su cariño. Yo aceptaba sus muestras de cariño y comprensión, pero la verdad es que suponían poco o ningún consuelo para mí. Me sentía vacío.


Pero ayer, al despertar, a pesar de seguir sintiéndome vacío, algo me hizo salir de mi "enmimismamiento", y me di cuenta de que hacía unos días que yo no la abrazaba a ella, sólo me dejaba abrazar, y que la amo muchísimo, y que su presencia y compañía están siendo vitales para mí. Y sintiendo esto, la he ido a buscar y la he dado un abrazo sincero y pleno de cariño y reconocimiento...
Y ha sido allí, en ese momento, en ese abrazo, en ese dar mi amor, en compartir el vacío de mi corazón.... Ha sido en ese salir de mi tristeza, de mi yo, para abrazar a mi mujer y mostrarla mi amor.... Ha sido en ese momento, cuando mi corazón vacío se ha llenado de amor...
Os puedo decir que no he entendido el texto de los panes y los peces.... !es que lo he vivido!

Lo que he vivido es que es la entrega de lo que (crees que) no tienes la que precisamente te llena....
(¿Alguien puede explicar el significado racional de lo que acabo de vivir y escribir?)
Lo que he vivido es que cuando tú te das, te llenas hasta rebosar.

Y es entonces cuando he recordado una frase del texto que hasta ahora había pasado desapercibida para mí..... "Dadles vosotros de comer"...
"Dadles vosotros de comer"... Jesús responde así a sus discípulos cuando le plantean que despida ya a la multitud porque tendrán que regresar a sus casas para comer.
"Dadles vosotros de comer".... Jesús les dice, y nos dice hoy a nosotros, que nosotros mismos podemos dar de comer a esa multitud, que podemos hacer frente, con lo que somos más que con lo que tenemos, a tremendos desafíos que consideramos irrealizables.


Jesús no actúa primero, no quiere el protagonismo. Jesús primero nos lanza a nosotros a responder a la vida y a sus retos, y ante nuestra sorpresa y desconcierto, ante la obvia pregunta: "!Pero cómo? Si yo no tengo nada!", Él mismo nos enseña. No se trata de que demos lo que sobra, ni quizás de que compartamos... Lo que yo he vivido, a escala diminuta, es que cuando das de lo que (tu crees que) ya no te queda, cuando tú mismo te das, entonces te llenas hasta rebosar. Tú eres el apóstol, tú eres la multitud antes hambrienta y ahora saciada, tú eres el pan y el pez que se parte y se comparte, y que en respuesta a tu entrega Jesús multiplica, tú eres el cesto que estaba vacío y ahora está lleno tras alimentar a multitudes...

El que escribe da fe de que así lo vivió al abrazar sinceramente a su esposa, para entregarla un gesto de amor... No me cuesta creer que Jesús infundiera en la multitud el espíritu y la inspiración suficiente para que hicieran lo mismo con sus comidas.
¿Y no fue acaso un milagro patente? ¿Y no lo sigue siendo hoy, cada vez que Dios vuelve a multiplicar nuestros panes y nuestros peces hasta rebosarnos, si nos atrevemos a entregarle nuestras migajas?


D.C.