domingo, 21 de octubre de 2018

No podía ser de otra manera


Resultado de imagen de la mies es mucha y los obreros pocos
 Lucas (10,1-9):

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. 
Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios."»




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¿Habla la lectura de hoy de lugares físicos? ¿nos sigue hoy Jesús enviando a sitios físicos, o más bien a lugares del corazón?

Hermanos de comunidad, no podía ser de otra manera... ¿Cómo vamos a poder salir al encuentro del parado, a decirle “está cerca de tí el Reino De Dios”, si ninguno pasamos por el paro, si ninguno visitamos ese “sitio” vital, llevando a Jesús, siendo uno de ellos, “comiendo” de los que comen y sufriendo de los que sufren? ¿Cómo vamos a consolar al enfermo desde fuera de su situación? ¿Cómo vamos a poder ser testigos de la presencia de Dios en las diversas situaciones de la vida, si no pasamos por ellas, habitándolas?

¡¡¡No podía ser de otra manera!!!

Estamos llamados a pasar por lo que tengamos que pasar, luces y sombras, alegrías y penas, llevando a Dios con nosotros. Solo pasando por esas situaciones nuestro testimonio es verdadero, testimonio de que incluso allí, en medio de la oscuridad o la aflicción, hemos estado, nos hemos puesto en la presencia de Dios... testigos de que, aún siendo hijos, no ha venido a quitarnos esa situación de nuestras vidas, sino que ha venido para dar vida a nuestro corazón, precisamente en medio de nuestra situación...

No podía ser de otra manera...

Allá dónde estáis, en lo que estéis viviendo, estáis llamados a ser testigos y portadores de la vivencia de Dios en vuestras vidas. Agarraos fuertemente a Él, y que os lleve a través de esos momentos.

 David C


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viernes, 28 de septiembre de 2018

Ven y sígueme





Ven y sígueme


La vida de Fe es también un acto de voluntad. “Ven y sígueme”. Jesús no arrebató, no alienó, no obnubiló a nadie. Cada uno de los que le siguieron decidieron seguirle.

“Ven”. Ven hacia mí, desde donde estás ahora, no importa dónde seas, hacia mí. La figura de Jesús, el influencer que no pierde vigencia.






“Y sígueme”. Porque yo voy a seguir actuando, moviéndome. Jesús no está quieto, y su figura y su mensaje sigue siendo alimento cada día, con matices nuevos, adaptados a nuestra vida, a ese momento por el que estás pasando.

“Ven y sígueme”. Decisión, movimiento y acción. En Él, en las lecturas, en la Palabra, encontramos alimento para cada día, todos los días. Como dice el Salmo de hoy, “Tu Palabra, Señor, es eterna,/ más estable que el cielo”.

 Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo;
.tu fidelidad, por generaciones, afianzaste la tierra y está firme:
 por tu disposición se mantienen hasta hoy, pues todo está a tu servicio.
 Si tu voluntad no fuera mi delicia, habría perecido en mi aflicción.
 Jamás olvidaré tus decretos, pues con ellos me vivificas.
Tuyo soy, sálvame, que busco tus normas.
Me acechan los malvados para perderme, pero yo medito tus preceptos.
 He visto límites en todo lo perfecto, pero, ¡qué inmenso es tu mandato! (salmo 119,89-96)
Queridos nómadas, buen día para todos!!!

D.C.

jueves, 27 de septiembre de 2018

Somos todos los campos




22 Sept 2018


 Somos todos esos campos.


Resultado de imagen de lucas 8De la lectura de hoy me viene una primera reflexión, la más inmediata. ¿Qué parte del campo soy yo? Todos queremos ser los de la tierra buena, los que reciben la palabra y la guardan en su corazón, y sacan provecho de ella... pero me temo que también todos vemos que las zarzas de los afanes, de cada día, ahogan nuestros mejores deseos, y que las dificultades de la vida ponen a prueba la profundidad de nuestra Fe.
Y entonces.. ¿qué clase de campo somos?
Pues un campo que hay que trabajar, todos los días. Un campo ni enteramente bueno, ni enteramente malo. Un campo aún con muchas piedras por retirar, creencias en las que depositamos nuestra confianza, o nuestra autoestima, y que en épocas de crisis personal, se muestran creencias falsas, y nos empujan a ahondar más en nuestro corazón, a hundir más las raíces de nuestra Fe. Somos un campo que también tiene zarzas, que no son como las piedras, que retiras de una vez por todas. Las zarzas crecen cada día, en cuanto te descuidas, y te obligan a atender constantemente el campo de tu interioridad, a limpiarlo cada día “de malos rollos”.
Somos también un campo con sus bordes, siempre en diálogo con la vida que hay fuera, y que todos los días, con sus sinsabores, vuelve a hacernos la propuesta de volvernos descreídos, de vestirnos con la coraza del cinismo, de abrazar la causa del individualismo, del “total, para qué” (“diábolos”, el que separa, divide... ¿acaso el cinismo o el descreimiento no nos divide, no nos disgrega por dentro?)
Así que somos un campo como todos los campos que conozco...”en camino”... un campo que requiere ser trabajado si se quiere que dé frutos... y ¿no es acaso esa la esencia misma de ser un “campo”?
Y es así como descubro “la banda sonora”, el “hilo musical”, que lleva sonándome en la cabeza con este texto.... es una banda sonora alegre, de esperanza y no de juicio, de alegría y no de reproche porque no seamos todo tierra fértil..
Y es alegre y no triste porque solo se nos pide una cosa, que es lo que transforma todos los campos en campo fértil: recibir la palabra y perseverar... !así de fácil!
Es maravilloso contemplar de este texto que el sembrador siembra, que el campo, sin hacer nada, ya recibe, de partida, la semilla.

Somos enormemente afortunados de tener a Dios ahí al lado, lanzando su semilla cada día, porque sí, sin que nosotros hagamos o dejemos de hacer para “merecerlo”. Contamos de partida con su palabra, y ya sólo eso es motivo de alegría. Somos “creatura” De Dios cada día, todos los días!!. Nosotros sólo tenemos que dejarnos hacer cada día, recibir cada día esa semilla, esa palabra, dejar que esa palabra entre y alimente lo mejor de nosotros, que nos anime a aceptar que tenemos zarzas (?que tal empezar por nuestro carácter?) y a aceptar que tenemos que podarlas cada día para que no lo ahoguen todo.
Una semilla lanzada a nosotros con alegría, no como juicio, que nos anima a mirar a la cara a las bases de nuestra vida, esas en las que depositamos nuestra sensación de “lo que hago merece la pena”... ?Seguro que no asentamos parte de nuestra felicidad en el reconocimiento externo, en cualquier forma de vanidad? Yo os aseguro de mí mismo que soy una cantera infinita de piedras de vanidad, que los tiempos difíciles me revelan que no son un suelo fiable, piedras que retiro con dolor y cierta decepción de mí mismo, y a la vez con la alegría de estar ahondando las raíces de mi Fe, hacia el amor, hacia la dicha de sentirnos “creaturas” De Dios

Somos campos... !trabajemos con la alegría de quien recibe cada día una lluvia de semillas!

Amen
D. C.


Lucas 8, 4...
 De cada pueblo salía gente para ver a Jesús y, cuando se reunió una gran multitud, él les contó esta parábola: «Un sembrador salió a sembrar. Al esparcir la semilla, una parte cayó junto al camino; fue pisoteada, y los pájaros se la comieron. Otra parte cayó sobre las piedras y, cuando brotó, las plantas se secaron por falta de humedad.Otra parte cayó entre espinos que, al crecer junto con la semilla, la ahogaron. Pero otra parte cayó en buen terreno; así que brotó y produjo una cosecha del ciento por uno».


Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que oiga».
Sus discípulos le preguntaron cuál era el significado de esta parábola. 10 «A ustedes se les ha concedido que conozcan los secretos del reino de Dios —les contestó—; pero a los demás se les habla por medio de parábolas para que
»“aunque miren, no vean;
aunque oigan, no entiendan”.
11 »Este es el significado de la parábola: La semilla es la palabra de Dios.12 Los que están junto al camino son los que oyen, pero luego viene el diablo y les quita la palabra del corazón, no sea que crean y se salven.13 Los que están sobre las piedras son los que reciben la palabra con alegría cuando la oyen, pero no tienen raíz. Estos creen por algún tiempo, pero se apartan cuando llega la prueba. 14 La parte que cayó entre espinos son los que oyen, pero, con el correr del tiempo, los ahogan las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida, y no maduran. 15 Pero la parte que cayó en buen terreno son los que oyen la palabra con corazón noble y bueno, y la retienen; y, como perseveran, producen una buena cosecha.

miércoles, 16 de mayo de 2018

domingo 20 de mayo de 2018

lecturas del domingo 20 de mayo

 Hechos de los Apóstoles (2,1-11):
AL cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse.
Residían entonces en Jerusalén judíos devotos venidos de todos los pueblos que hay bajo el cielo. Al oírse este ruido, acudió la multitud y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Estaban todos estupefactos y admirados, diciendo:
«¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno de nosotros los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay partos, medos, elamitas y habitantes de Mesopotamia, de Judea y Capadocia, del Ponto y Asia, de Frigia y Panfilia, de Egipto y de la zona de Libia que limita con Cirene; hay ciudadanos romanos forasteros, tanto judíos como prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las grandezas de Dios en nuestra propia lengua».

Palabra de Dios

Salmo

Sal 103,1ab.24ac.29bc-30.31.34

R/.
 Envía tu Espíritu, Señor, 
y repuebla la faz de la tierra


Bendice, alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas. R/.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu espíritu, y los creas, 
y repueblas la faz de la tierra. R/.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras;
que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor. R/.

Segunda lectura




Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (12,3b-7.12-13):

HERMANOS:
Nadie puede decir: «Jesús es Señor», sino por el Espíritu Santo.
Y hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. Pero a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien común.
Pues, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.
Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.

Palabra de Dios

Evangelio del domingo


293ctu

AL anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

Palabra del Señor


Reflexión para novios... para siempre



Reflexión para novios... para siempre


Cuando te preparas para el matrimonio, uno de tus posibles temores es si aguantarás los defectos del otro, que hoy ni siquiera ves, o no te molestan mucho, pero que con el tiempo quizás se conviertan en insoportables

Hoy con mis casi 45 años sé el tamaño de los defectos de mi mujer... pero debo reconocer que estoy más centrado en seguir tomando la medida a los míos propios. Ya no me asusta cómo ella pueda ser de mayor, pero sí me preocupa cómo lo sea yo.

Y es que la vida con ella me va descubriendo a mí mismo frente al espejo... cada momento vital me va revelando facetas distintas de mi propia persona, y hace que unas crezcan y otras se queden estancadas... y no siempre son las virtudes las que crecen y los defectos los que se corrigen...




En definitiva, la vida junto a mi mujer no deja de enseñarme acerca de mí.

Aún no he terminado de aprender
lecciones sobre mí mismo... 
aún no es hora
de tomar a otr@ su lección.



D.C.




martes, 8 de mayo de 2018

LECTURAS DEL DÍA 8 DE MAYO DE 2018


LECTURAS DEL DÍA 8 DE MAYO DE 2018


 Hechos de los apóstoles 16, 22-34



 En aquellos días, la plebe de Filipos se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados dieron orden de que los desnudaran y los apalearan; después de molerlos a palos, los metieron en la cárcel, encargando al carcelero que los vigilara bien; según la orden recibida, los metió en la mazmorra y les sujetó los pies en el cepo. A eso de media noche, Pablo y Silas oraban cantando himnos a Dios. Los otros presos escuchaban. De repente, vino una sacudida tan violenta que temblaron los cimientos de la cárcel. Las puertas se abrieron de golpe, y a todos se les soltaron las cadenas. El carcelero se despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada para suicidarse, imaginando que los presos se habían fugado. Pablo lo llamó a gritos: - «No te hagas nada, que estamos todos aquí.» El carcelero pidió una lámpara, saltó dentro, y se echó temblando a los pies de Pablo y Silas; los sacó y les preguntó: - «Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?» Le contestaron: - «Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia.»
 Y le explicaron la palabra del Señor, a él y a todos los de su casa. El carcelero se los llevó a aquellas horas de la noche, les lavó las heridas, y se bautizó en seguida con todos los suyos, los subió a su casa, les preparó la mesa, y celebraron una fiesta de familia por haber creído en Dios.


Sal 137, 1-2a. 2bc y 3. 7c-8 R. Señor, tu derecha me salva

Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario. R.
Daré gracias a tu nombre 
por tu misericordia y tu lealtad. 
Cuando te invoqué, me escuchaste, 
acreciste el valor en mi alma. R.


Tu derecha me salva. 
El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos
. R


 Juan 16, 5-11

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Adónde vas?" Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo con la prueba de un pecado, de una justicia, de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el Príncipe de este mundo está condenado.»

lunes, 7 de mayo de 2018

Hechos de (nosotros) los Apóstoles.


Hechos de (nosotros) los Apóstoles.



Reflexiono sobre lo que "hizo" Jesús en vida (entiéndase pre-Resurrección), y sobre lo que después hizo Dios con la obra de Jesús, entendida como toda su vida, recordada, sembrada en los corazones de sus discípulos, comprendida y activada en sus vidas, y la 
transmisión de esa
obra hasta nuestros días, activada hoy en nuestros corazones....

Era necesario que Jesus muriera. Que prefiriera el mensaje de su Padre a conservar su propia vida. Eso diferencia su mensaje de la simple ideología. Pero no es suficiente, ya que hay otros que mueren por sus ideas. Su mensaje no era para sí mismo, sino para la liberación de los demás, y en concreto y preferentemente, de los más oprimidos.

Yo, mi ideario, mis acciones... lo que yo siembro cada día dista mucho de la siembra que hizo Jesús cada día. Lo que yo hago con mi condición de creatura de Dios dista mucho de ser plena y de parecerse a lo que hizo Jesús de la suya.

Yo vuelvo a mi realidad, a mi vida, a una actividad centrada en perseguir mi bienestar y el de los míos. No hago mal a nadie, porque en mi persecución de mi bien tengo como límite el no hacer mal a los demás... pero eso no llega ni al "aprobado raspado"...
Hoy pongo mi meditación en manos de Dios,  y le pido oídos... sospecho que ir a más en el alma pasa por ansiar menos en el cuerpo...

Amén

D.C.